domingo, 29 de septiembre de 2013

Harto y cansado

Todo comienza, con un chico de unos 23 años, está en la flor de la vida, debería estar feliz por el simple hecho de tener esa edad, el chico, es alto, moreno, con ojos verdes y con una carismática mirada. El siempre fue feliz, estubo acompañado por sus amigos y por su familia.

Un día, sin esperarlo, tras unos acontecimientos y unas discursiones, de estar acompañado, se quedó solo, absolutamente solo. Solo le queda a su padre y a su madre, pensareis qué no es para tanto. Y la verdad es qué si lo es, estar solo, es lo más duro qué os podéis imaginar, lo digo desde la propia experiencia, estar solo te hace ser muy fuerte, muy duro/a y muy solitario (sí, suena raro, pero es así)

Llega el punto, en el qué todo te molesta, no te gusta nada ni nadie, solo eres un trozo de hielo andante, sin corazón, con una mirada perdida en el infinito, llega el punto, en el qué tus palabras con los demás son tan duras, qué te hacen pensar si aun tienes sentimientos.

La soledad, es tener qué aguantar todo, sin qué nadie te ayude, tener qué ser tu propio hombro sobre el qué llorar en momentos de desesperación, ser tu propio psicólogo, autoaconsejarte. Y lo peor de la soledad, es tener qué ver, como los demás si tienen pareja, amigos, etc..

El colmo de la soledad, a parte de tener la soledad es qué tengas a gente cerca y aun así estar solo, qué solo te quieran para que les escuches y les aconsejes, mientras qué a ti, nadie te escucha y te aconseja. Y en este grupo, en el colmo de la soledad, es donde actualmente me encuentro yo, sumando la soledad de tener qué aguantarme todo, que nadie me ayude, etc.. y tener qué dar consejos a falsos amigos.

Solo.. estoy solo, harto y cansado...

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